domingo, 14 de agosto de 2011

El Bien y el Mal


Este mundo puede dividirse muy fácilmente en dos partes irreconciliables: El Bien y El Mal.


Puede parecer una simplificación más de las tantas existentes (norte y sur, derecha e izquierda, ricos y pobres...) pero ésta es sin duda la dicotomía que marca el proceder de los seres humanos.

El Arte se ha esforzado en representar al artista mismo y al mundo en que se mueve éste, y es sin duda en el arte donde se ve reflejada más claramente esta idea del bien y el mal.

Pero no le voy a decir a nadie que repase su colección artística (o Internet) en busca de esta nueva visión. De hecho creo que bastará con recordar que por algo el cine es considerado un arte aparte, el séptimo, que como el General Custer vino a rescatarnos de nuestra ceguera congénita pero que también acabó muriendo con las botas puestas. Es en esta moderna forma de arte donde más fácil nos resultará observar con claridad este fenómeno.

Y no lo iba a decir por otra simple razón: nada más fácil que repasar nuestro propio albedrío: meditar nuestra próxima acción, la actual incluso (esta lectura por ejemplo, y gracias, por cierto) por sencilla que parezca, analizarla en profundidad y observar que tras la noble decisión de emprender cualquier acción se esconde el inevitable juicio final: ¿hago el bien o hago mal, con esta acción?

Puede que tenga usted que profundizar más en sus pensamientos si no ve lo que le digo (perdona que no te tutee, pero es que esta entrada es "seria" ;) ). Algunos lo tienen claro y emprenden cualquier juicio o acción con la eterna convicción de actuar decididamente de uno de los dos lados, a veces siempre el mismo, a veces no, a veces incluso sin saber que quizás las complicadas sinergias del universo las gana el equipo contrario, pero creo que nunca, indiferentes al bien y el mal.


Este es mi blog optimista, así que pensaré bien sobre todos ustedes: pensaré que la carcajada inicial al leer el título llevará inevitablemente a un mayor cuidado en nuestra siguiente acción; que los que ya han decido a favor del lado malo se lo pensarán mejor la próxima vez... y que, en general, seguiremos avanzando hacia la erradicación del sufrimiento inútil y la injusticia.

Recuerden los "buenos", en todo caso, que los "malos" si que lo tienen muy claro, mientras que los "buenos" suelen darle vueltas a las cosas antes de decidir, apoyando muchas veces al enemigo por cuestiones meramente prácticas o circunstanciales. Pero creamos por fin que no nos debilita hacer las cosas bien, sino precisamente hacerlas mal. Ya saben eso que está tan de moda ahora: se atrae aquello en lo que se piensa.

No seamos mal pensados, pero tampoco ingenuos... ¿quién puede asegurar que mi interés no es que se desvíen ustedes del lado oscuro para eliminar así la competencia?


Un saludo!